ROC Clinic
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El frenillo del pene o frenillo peneal es una de las partes del pene que une el glande con el prepucio. Te voy a explicar lo que me parece más relevante sobre el frenillo y sé que da más problemas a los hombres. ¿Cómo lo sé? Pues porque soy urólogo y llevo más de 15 años ayudando a hombres con problemas de este tipo.
Pero volvamos al frenillo.
El frenillo del pene es un tejido alargado que une el glande con el prepucio, de una manera parecida al frenillo lingual, que está en la boca.
¿Para qué sirve? Pues que yo sepa no sirve para nada. No tiene ninguna función, y muchos hombres deciden operárselo porque de hecho da algunos problemas, como veremos más adelante.
Todos los fetos masculinos nacemos con frenillo en el pene, así que todos los bebes tienen frenillo. En general, el frenillo no suele dar ningún problema en la vida infantil. A pesar de que algunos niños necesitan ser operados de fimosis (y/o frenillo corto), cuando el frenillo da problemas suele ser cuando los niños nos hacemos mayores.
A continuación te explico los principales problemas que puede dar el frenillo, cómo diagnosticarlos y qué hacer.
Todos los hombres nacemos con un frenillo corto. Los niños pequeños lo tienen, pero en la edad infantil suele dar poco problema. Muchos hombres, ya adultos, siguen teniendo un frenillo corto, aunque la gran mayoría de veces no suele dar demasiados problemas. Yo no aconsejo tratar el frenillo, aunque sea corto, a no ser que existan motivos o síntomas que lo justifiquen.
Generalmente, una de las consecuencias de un frenillo corto es que el glande puede doblarse hacia los pies cuando existe erección, porque el frenillo «tira» del glande, y éste se curva. Otra de las consecuencias en un frenillo corto es que se genera mucha tensión durante el sexo, por lo que tiene más posibilidades de producir otros problemas, como la rotura de frenillo.
Sucede cuando el frenillo se rompe, lógicamente. Siempre es durante una relación sexual, y habitualmente durante el fin de semana. Lo de que sea durante el fin de semana es lógicamente una exageración, pero en 10 años de guardias, diría que casi el 90% de frenillos rotos se dieron en viernes o sábado.
El síntoma es un dolor seco acompañado de un sangrado importante. No es peligroso aunque sí es muy escandaloso. Los chicos que vienen a urgencias, muchos con sus parejas -ambos muy asustados- suele haberse asustado mucho por la cantidad de sangre que salía tras notar el «crack». Cuando existe una rotura de frenillo es tratamiento es sencillo: contener el sangrado, que suele hacerse simplemente con presión, aunque a veces hace falta dar un punto.
Posteriormente es recomendable abstención sexual durante un par de semanas. Al cicatrizar el frenillo podremos ver si hace falta más tratamiento. A veces hace falta cortar lo que queda del frenillo peneal porque la cicatrización no ha sido correcta.
En ocasiones pueden producirse cortes en el frenillo, que son de dos causas muy diferentes.
A veces una balanitis puede producir irritación en el prepucio y el frenillo, produciéndose pequeños cortes, que habitualmente son dolorosos cuando intentamos tener erección, al orinar o si intentamos descubrir el glande. La manera de diagnosticarlo es fácil: existe enrojecimiento del glande y el prepucio, con dolor, y no habiendo existido una «rotura de frenillo», como veremos después. El tratamiento es, en primera instancia, usar antifúngicos para eliminar la candidiasis (Candida Albicans es el hongo que lo produce más comúnmente).
El segundo de los motivos aparece precisamente cuando el frenillo se rasga (te lo comentaré más abajo en detalle). Pues bien, en esa circunstancia pueden existir pequeños cortes o desgarros en el frenillo. Suelen ser dolorosos, empeoran con la actividad sexual, y orinar suele producir un intenso escozor. En esta situación, lo que tenemos que aconsejar es abstinencia sexual, con lo que desaparecerán los síntomas. Al ver cómo cicatriza el frenillo, podremos evaluar si hace falta cirugía como tratamiento.
Técnicamente se llama frenilloplastia. Lo que hacemos en primer lugar es administrar anestesia local.
La cirugía dura muy poquito. Lo que hacemos es cortar el frenillo peneal con bisturí. A mí me gusta hacerlo con un bisturí eléctrico porque creo que los resultados son mejores, y en muchos casos puedes no colocar puntos de sutura. La contrapartida del bisturí eléctrico es que produce una quemadura, que duele. Todo el procedimiento puede tardar unos 15 minutos, y después el hombre se puede ir a casa.
Como te decía antes, es recomendable la abstención de sexo durante dos o tres semanas, hasta que le herida no duela durante la erección. La cirugía funciona bien y no es habitual que produzca problemas (el más común, el sangrado), y es muy poco frecuente que el frenillo cicatrice mal de nuevo.
Me llamo Eduardo García Cruz y soy urólogo y experto en sexualidad masculina, con más de 15 años de experiencia (disfunción eréctil, eyaculación precoz, testosterona, Peyronie, implante peneano y cirugía genital masculina…).
Ha ayudado a más de 25.000 hombres y ha realizado más de 2.000 cirugías.
Me he formado en el Departamento de urología del Hospital Clínic de Barcelona, uno de los mejores servicios de urología del mundo. He publicado más de 50 artículos en revistas médicas de prestigio y estoy Doctorado Suma Cum Laude por la Universitat de Barcelona.
Se me ha considerado uno de los mejores 50 médicos de España.
Actualmente, ofrezco consulta online y consulta presencial en Madrid y Barcelona, en dos clínicas TOP con la mejor tecnología para ayudar a mis pacientes a solucionar sus problemas en la esfera sexual masculina.
Eduardo García Cruz
Núm. Colegiado: 080835636
Me puedes encontrar en dos clínicas especializadas en urología y andrología, en Madrid y Barcelona.
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