ROC Clinic
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La parafimosis es una urgencia urológica. Consiste en que, al bajar la piel del prepucio, ésta queda «atascada» debajo del glande y no podemos volver a subirla. Tienes este link a las partes del pene por si tienes alguna duda con los nombres y la anatomía.
Por cierto, me llamo Eduardo García Cruz y soy urólogo. Llevo más de 15 años ayudando a hombres con problemas urológicos, y por eso puedo explicarte todo lo que hay que saber sobre la parafimosis.
En general, la parafimosis es una urgencia que aparece en urgencias. Parece de perogrullo, pero no es así. La parafimosis es una urgencias, pero a veces no duele mucho, por lo que los hombres a los que les sucede no suelen consultar en Urgencias, sino que aparecen en consulta.
La parafimosis es el cuadro clínico que caracteriza la imposibilidad de que el prepucio vuelva a cubrir el glande. Se caracteriza por una cantidad variable de dolor, acompañado por un edema (hinchazón) importante de la piel del prepucio. Los casos más graves pueden comprometer la vascularización del glande. La parafimosis se produce casi exclusivamente en hombres no intervenidos de fimosis (postectomía), por lo que guarda una estrecha relación con la fimosis.
El diagnóstico es sencillo. Tienes que ver el glande y que la piel inmediatamente por debajo no puede cubrirlo, no puede subir. Esa piel, a veces, se hincha mucho, perdiendo su aspecto habitual. También en ocasiones, como consecuencia del estrangulamiento que esa piel genera sobre el glande, la sangre puede entrar en el glande pero no salir. Como consecuencia de ello, el glande se hincha aún más, generando un círculo vicioso.
En el 99,99% de personas con parafimosis no existe un antecedente de circuncisión. También es común que las personas expliquen que el anillo fimótico era justo para descubrir el glande, y que a veces tenían una cierta sensación de dificultad para volver a cubrirlo, especialmente después del sexo.
La parafimosis constituye un riesgo para el pene -especialmente para el glande- porque produce que la sangre se acumule demasiado. Paradójicamente, cuando la sangre se acumula demasiado, como en el priapismo, podemos sufrir las consecuencias como si no llegara sangre. La explicación es sencilla. La sangre arterial circula cargada de oxígeno y nutrientes, pasa por los capilares, y se convierte en sangre venosa.
La sangre venosa es pobre en oxígeno, y tiene más productos tóxicos de degradación de las células. Las venas de encargan de llevar esa sangre venosa a los órganos que purifican la sangre, hígado y riñones. Cuando la sangre queda atorada en un sitio y se acumula, a pesar de que haya mucha, rápidamente pierde su oxígeno y empieza a saturarse de tóxicos.
Eso puede producir que, aunque haya mucha sangre, al tejido le falte oxígeno y sufra lesiones de isquemia (como si no le llegara sangre).
Eso es lo que produce el anillo fimótico, que deja entrar sangre pero no la deja salir. Hace que la sangre se acumule, y dé problemas «por exceso».
En algunos casos muy evolucionados se puede llegar a producir infección y lesión de la piel, afectando incluso al tejido del glande, aunque no es muy habitual. Esos casos exigen cirugía y curas muy intensas para limitar la infección y contener el daño a los tejidos.
La causa número 1 es la fimosis. De hecho, haciendo memoria, no recuerdo ninguna otra situación (más o menos razonable) que pueda producirla. En algunos sitios he leído que una circuncisión demasiado «estrecha» puede producir parafimosis, pero no lo he visto nunca (y llevo ya 20 años de operando fimosis).
He buscado en pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/, que es la web donde los científicos colgamos nuestras investigaciones, y he encontrado solo 4 estudios que hablen sobre las causas, los síntomas, las consecuencias y el tratamiento de la para fimosis. Por tanto, mucho de lo que te explico se basa en mi experiencia y en lo que me han enseñado, porque no hay mucha literatura al respecto.
Mi consejo es que, si crees que estás en riesgo, te plantees la postectomía (circuncisión). No es algo que decidir a la ligera, pero creo que si has tenido episodios de para fimosis que se han resuelto, la cosa está clara.
La circuncisión te la recomiendo con más fuerza si tienes una diabetes o has tenido balanopostitis de repetición, porque tienes bastantes números de que la fimosis empeore.
Por otro lado, si notas una cierta dificultad, usar vaselina u otro lubricante para favorecer que la piel se deslice bien. Desde luego no es la panacea pero, si el problema está empezando, esto podría ayudarte a retrasar algo la cirugía.
La verdad es que no es un tema muy conocido. Si dejas una parafimosis evolucionar, es posible que exista un síndrome compartimental en el pene y el glande pueda incluso llegar a necrosarse. Pero eso es ir demasiado lejos: habitualmente no se llega a esos extremos porque la gente consulta antes y el problema se resuelve antes de producir consecuencias serias.
Te diría que la principal consecuencia es que vas a necesitar una circuncisión, pero posiblemente la parafimosis en sí, a no ser que evolucione de manera extrema y no se tomen medidas de ningún tipo, no dé demasiados problemas.
Hasta que la solucionas. En casos donde el anillo de piel no es muy estrecho, a veces el cuadro clínico puede ser más o menos crónico, especialmente en hombres mayores sin actividad sexual. Generalmente, una parafimosis es fácil de diagnosticar y -relativamente- de tratar, y suele durar pocas horas.
La causa número 1 -tal vez la única mediamente frecuente- de parafimosis en hombres adultos, es la fimosis. Los hombres nacemos con un prepucio con una pequeña apertura y un frenillo corto. A veces, con el tiempo, podemos ir dilatando esa abertura y permitir que el glande se descubra.
Sin embargo, a veces esa piel «da de sí» lo suficiente para descubrir el glande, pero después -al aumentar el tamaño del glande- no conseguimos que esa piel pueda volver a su sitio. Es decir, la piel puede bajar cuando no hay erección, por ejemplo, pero no puede volver a cubrir el glande porque éste ha crecido tanto que no permite que el prepucio vuelva a su lugar.
La diferencia entre fimosis y parafimosis es que la fimosis, que te he comentado en otros posts del blog, es la causante de la parafimosis. Aunque tenga un nombre parecido, una -la parafimosis- es consecuencia de la otra -la fimosis.
Te voy a explicar paso a paso lo que hay que hacer en urgencias si te encuentras una parafimosis, o lo que te van a hacer si tienes parafimosis. Pienso que urgencias es el entorno adecuado para este tema, porque el una consulta no vamos a tener el nivel de atención ni el nivel material que hace falta para solucionar el problema.
Algo que pregunta mucha gente es si existen remedios caseros para la parafimosis. Ya te he comentado antes que una buena opción en fases muy iniciales es la vaselina o similar. De la misma manera, como después te explicaré, puedes usar agua saturada con azúcar o sal común para tratar de deshinchar el pene.
Otro comentarios común son si las cremas y pomadas tienen utilidad para tratar la parafimosis. Seguramente se pueden usar corticoides o similares, pero desde que empecé a usar suero glucosado -hace unos cuantos años – ahora no empleo otra cosa.
Esta es una de las medidas más eficaces. Se trata de una de las intervenciones de enfermería que pueden realizar de entrada, y con la que se ahorra, en la mayoría de casos, una operación de urgencias. Se trata de empapar unas gasas grandes (también se llaman compresas o campos) con suero glucosado hipertónico. Si estás en casa o en lo alto de una montaña y no tienes ese suero específicamente, puedes saturar agua con azúcar y sal, y emplear eso.
Si eres médico de urgencias y estás leyendo esto, mi consejo es que empapes bien las gasas y envuelvas el pene con ellas. Comenta al personal de enfermería que cada 5 minutos echen un poco más de agua para que las gasas estén siempre bien húmedas.
Y vete a cenar, o a comer. O a lo que sea. No tengas prisa.
Tienes que darle un buen rato al glucosado para que haga su trabajo. Y para que tú no tengas que operar.
Pasadas un par de horas, mira a ver si el edema ha desaparecido. Si no es así, intenta una reducción manual.
Deja el pene en remojo un par de horas con el suero hipertónico como te he comentado antes.
Cuando haya pasado un buen rato, tienes que coger el pene en posición antianatómica (hacia abajo) con tu mano dominante (la derecha en el 85% de personas). Comprime con fuera para tratar de eliminar el exceso de edema que pueda haber quedado y, poco a poco, tienes que ir poniendo el pene en posición anatómica.
En un punto del camino, notarás un «clack». Si es así, lo has conseguido. Si lo tienes, coméntale al paciente que tenga cuidado de que la piel siempre tape el glande, y que pida visita con su urólogo para plantear una postectomía (circuncisión).
Si tienes una parafimosis irreductible, entonces hará falta cirugía.
Muy fácil. Te lo pongo por pasos:
No te recomiendo hacer la circuncisión en este momento, dado que el tejido está tan edematoso y tan alterado que no vas a poder conseguir un buen resultado cosmético.
Esta cirugía parece algo el «corte finlandés», que es la manera coloquial en la que se conoce a la postotomía que a veces se solicita para evitar quitar completamente el prepucio.
Me llamo Eduardo García Cruz y soy urólogo y experto en sexualidad masculina, con más de 15 años de experiencia (disfunción eréctil, eyaculación precoz, testosterona, Peyronie, implante peneano y cirugía genital masculina…).
Ha ayudado a más de 25.000 hombres y ha realizado más de 2.000 cirugías.
Me he formado en el Departamento de urología del Hospital Clínic de Barcelona, uno de los mejores servicios de urología del mundo. He publicado más de 50 artículos en revistas médicas de prestigio y estoy Doctorado Suma Cum Laude por la Universitat de Barcelona.
Se me ha considerado uno de los mejores 50 médicos de España.
Actualmente, ofrezco consulta online y consulta presencial en Madrid y Barcelona, en dos clínicas TOP con la mejor tecnología para ayudar a mis pacientes a solucionar sus problemas en la esfera sexual masculina.
Eduardo García Cruz
Núm. Colegiado: 080835636
Me puedes encontrar en dos clínicas especializadas en urología y andrología, en Madrid y Barcelona.
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