ROC Clinic
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Las causas de la disfunción eréctil psicológica lo he escrito basado en lo que he aprendido de los psicólogos con los que he trabajado.
Es importante diagnosticar la causa exacta para poder establecer el tratamiento adecuado. Como concepto, decimos que tenemos disfunción eréctil de origen psicológico o psicógena cuando nuestras erecciones con las relaciones sexuales o relaciones de pareja pero tenemos otras erecciones normales en el resto de nuestra «vida sexual».
Es básico antes de plantearnos el tratamiento con terapia sexual estar seguros que descartamos otras causas de la disfunción eréctil y posibles causas de origen orgánico.
Posteriormente tenemos que encontrar la causa de la disfunción psicológica para plantear la terapia sexológica más adecuada para cada persona. Eso suele hacerse en una evaluación inicial. La mejor solución es el camino más corto, la terapia sexológica.
En general, uno de los mecanismos más importantes es… ntes para que exista disfunción eréctil psicológica es la relación entre ansiedad y erección.
A continuación te dejo varias situaciones muy comunes que pueden ser causa de impotencia psicológica.
Aquí podríamos incluir los problemas de la vida cotidiana, el stress laboral, los problemas de dinero, etc… Dentro de los problemas de erección por nervios hoy te voy a hablar de cuando el trabajo ocupa toda tu atención o el stress por otros problemas de la vida te impide que a tu mente le apetezca el sexo.
Este es un problema muy frecuente y que se presenta en la mayoría de los casos en los que las relaciones íntimas y la convivencia en pareja son menos prioritarias que otros problemas de la vida. Es mucho más común de lo que la gente imagina.
¿Por qué sucede esto?
Porque nos han enseñado a los hombres que un «verdadero hombre» está siempre listo para tener relaciones sexuales. Pero no es así. Si tienes la oportunidad de tener relaciones sexuales, simplemente lo haces, ¿no es cierto? Pero no es tan simple.
Tanto los hombres como las mujeres necesitamos tener deseo sexual para excitarnos. Sin deseo, las mujeres no se lubrican y los hombres no logramos una erección.
¿Qué crees que sucede si cuando estás con tu pareja estás pensando en impuestos, en el trabajo o en que tienes que terminar una presentación muy importante? No hay deseo. No hay erección. No hay intimidad de pareja.
Existe otra versión de esto.
Una versión más crónica.
Seguro que te resulta familiar.
Para que lo comprendas, necesito romper un estereotipo. El que dice que el deseo simplemente aparece. Como si fuera magia.
Eso no es así. Molaría, pero no lo es. La vida es así. Es una de las causas de disfunción eréctil psicológica más comunes.
Te proporciono una información interesante… ¿Estás al tanto de que en los países con menor cantidad de tiempo dedicado a ver televisión, las personas mantienen más relaciones sexuales? Seguramente has escuchado acerca de los incrementos en la tasa de natalidad después de los apagones en Nueva York, o tras el gol de Iniesta contra el Chelsea.
La atracción, querido amigo, a menudo surge del aburrimiento. Y cuando no tienes nada más que hacer, y tienes a alguien a tu lado con quien el sexo funciona… pues hay más actividad sexual. Sin embargo, esto depende de tener una relación de pareja en la que el aspecto sexual sea satisfactorio.
Ahora imagina lo opuesto. Pasas todo el día estresado. Constantemente en reuniones. Llegas a casa muy tarde y al día siguiente lo mismo. No tienes tiempo ni para cenar. Ni para hablar. Ni siquiera para aburrirte. Esto es una de las causas más comunes de impotencia psicológica y disminución del deseo sexual.
Simplemente experimentas un aumento en tus pulsaciones y estrés, y en ese estado no hay espacio para el deseo o el sexo. En ese momento, se activan otros procesos mentales que mantienen el problema y que explicaré en otros artículos.
Sin embargo, debes tener en cuenta que el trabajo y el estrés son una gran causa de problemas de erección por nervios.
Una forma de combatir este trastorno de ansiedad es a través de la terapia de pareja, como el uso de cápsulas de tiempo y ejercicios de atención sensorial. Si tenemos intimidad con nuestra pareja en situaciones específicas donde estamos relajados pero sin la obligación de tener relaciones sexuales, es probable que experimentemos erecciones espontáneas.
Permíteme compartir mi experiencia.
Hace 4 años que no realizo un trasplante de riñón. Hice muchos, desde los 30 hasta los 40 años, pero a partir de los 40 dejé de participar en las guardias y de formar parte del equipo de trasplantes. ¿Qué sucedería si tuviera que realizar un trasplante en la actualidad?
Bueno, en cuanto a saber cómo hacerlo, sí lo sé.
Es como andar en bicicleta, ¿no?
Más o menos. Es decir, estoy familiarizado con la anatomía y las técnicas quirúrgicas, pero se pierde un poco la destreza y fluidez al operar cuando se ha pasado mucho tiempo sin hacerlo.
Si me pongo manos a la obra y tengo ayuda, todo saldrá bien. Pero si el trasplante es complicado, o si mi colaborador no me transmite tranquilidad, tal vez tengamos un problema. Ahora, en lugar de pensar en el trasplante de riñón, piensa en relaciones sexuales.
Hace tiempo que no tengo relaciones sexuales.
¿Por qué?
Por una enfermedad que padezco.
Porque mi pareja recibió un tratamiento para una enfermedad grave. Porque tuvimos un embarazo de riesgo.
Quizás también porque hemos tenido problemas en nuestra relación… Cada persona y pareja atraviesa momentos así.
Por lo que sea habéis tenido menos relaciones sexuales y eso te genera tal vez una cierta ansiedad.
Y esa situación hace que cada día sea un poco más difícil meterte en la cama otra vez con tu pareja. Es como cuando dejas de ir al gimnansio. Sabes que tienes que ir. Que te sienta bien. Que es divertido. Además no está lejos. Pero no vas. Y cada día te cuesta un poco más.
¿Te suena?
Pues esto es lo mismo. Pero con la salvedad que al de la recepción del gimnasio le da igual verte o no verte. Pero con tu pareja cada día este tema os distancia sexualmente un poquito.
Y cuando finalmente vuelves a saltar al ruedo e intentas tener una relación sexual, te notas raro. La cosa no fluye como antes. Estás un poco oxidado, un poco desentrenado.
Eso puede generarte un poco de ansiedad, de miedo escénico. Y eso conduce a tener más ansiedad y tener problemas de erección.
La falta de capacidad debido a los nervios y la inseguridad son muy habituales y los he mencionado en otros posts del blog. En esta ocasión hablaré de lo que denomino como la «mujer alfa».
El mismo concepto se aplica al «hombre alfa».
Este es un escenario que observo con frecuencia en mi consulta, especialmente en hombres jóvenes y otros que no lo son tanto, pero que han cambiado de pareja.
Se trata de esa situación en la que nos encontramos con alguien que nos gusta mucho, tanto que queremos impresionar, pero terminamos bloqueados. Aunque pueda parecer contradictorio, cuando estamos con una persona omega, experimentamos un gran deseo sexual pero también estamos muy nerviosos.
Como resultado, nuestro sistema simpático (el de lucha-huída) se activa y la adrenalina comienza a fluir, lo cual provoca que la arteria del pene se contraiga. Esto puede ocasionar problemas de erección.
Y es una situación extraña, porque estamos con una persona que nos chifla, estamos excitados, pero no hay erección. Es difícil, a veces, diferenciar el hecho de estar ansiosos de estar excitados sexualmente. Es por ello que muchos hombres en esta situación no entienden qué está ocurriendo y no le ven el sentido.
Tiene una educación sexual sesgada que hace que tenga falsas creencias sobre el sexo. La educación sexual represiva, el porno o los constructos sociales pueden hacernos ver que el sexo debería ser de una manera que no es con la que nosotros nos sentimos cómodos.
El consumo de porno deteriora nuestra capacidad de excitarnos y tener fantasías sexuales fuera de la pantalla, debido a la sobreactivación de algunas áreas dopaminérgicas del cerebro. Una de las causas de disfunción eréctil psicológica en aumento -exponencial- y no tengo duda de que terminará siendo algo masivo dentro de unos años.
La aparición de disfunción eréctil de causa psicológica como consecuencia del porno ocurre por dos motivos.
El primer de ellos, porque el porno produce una sobreestimulación de los centros cerebrales que tienen que ver con la recompensa.
Nos acostumbramos a un nivel de estímulo erótico que en la realidad es poco probable que podamos igualar. Eso hace que la realidad -o nuestra pareja- nos produzca menos deseo sexual, y por lo tanto menos erección.
La disminución del deseo sexual es causada por neurotransmisores -especialmente dopamina- que nos hacen «aburrirnos» de lo que ya conocemos -sexualmente- y responder solo a la novedad.
En segundo lugar, desde un punto de vista psicológico, la disfunción eréctil psicológica ocurre por tener poco deseo sexual, tal vez al compararnos con lo que vemos en la pornografía.
Puedes estar más preocupado del placer de su pareja que del tuyo y terminas sin disfrutar demasiado. He atendido a hombres con disfunción eréctil mental cuya causa es que se centraban en el placer de su pareja y se olvidaban de lo que les excitaba a ellos.
A este comportamiento se le llama sexualidad altruista. Aunque no es habitual, puede ser un motivo para que aparezcan problemas de erección.
Por otro lado, existen hombres que -en realidad o en su mente- creen tener poca experiencia o destreza en la cama. Ese pensamiento les dice que su pareja no va a querer tener más sexo con ellos por su mal desempeño, y eso puede causar disfunción eréctil psicológica.
El primer paso es entender en qué fase del problema estás.
Existen cuatro momentos o fases que los hombres con problemas de erección atraviesan. No todos pasamos por todas las fases, aunque es común que, a medida que los problemas de erecció nse vuelven crónicos, avanemos de fase.
La primera fase se conoce como autoobservación.
La autoobservación ocurre cuando nos fijamos más en nuestro pene y nuestra erección que en nuestra pareja. No suele existir pensamiento negativo, aunque podemos ser conscientes de que nos estamos fijando en «ahora parece que mejora», «cuando cambio de posición empeora», etc…
El segundo paso es la ansiedad de ejecución. Cuando tenemos ansiedad de ejecución tenemos un hilo de pensamiento negativo de carácter sexual. No hay que confundir sexual con erótico. Si estás preocupado por tu erección, ese pensamiento es de índole sexual, pero seguro que no es excitante.
Típicamente se trata de pensamientos tipo «otra vez me va a pasar», «esto va a ser un desastre», etc… que lo que hacen es que aparte el foco de tu pareja sexual y lo sitúes en una idea que te produce disfunción eréctil.
La tercera de las fases es la ansiedad anticipatoria, que se produce cuando empiezas a generar ese pensamiento antes (incluso horas) de la relación sexual, cuando sabes que vas a tener sexo. Lo que ocurre es que disparas el sistema nervioso simpático (ansiedad, adrenalina, cortisol) y llegas al momento de la relación sexual demasiado activado y muy poco relajado.
Por último, puedes empezar a generar conductas de evitación y, si el problema sde erección se alarga en el tiempo, disminución del deseo sexual. Muchos hombres con disfunción, especialmente si hace mucho tiempo que tienen el problema, evitan el sexo o incluso llegan a apagar el deseo sexual.
Para mejorar tenemos que entender la causa del problema y plantear el tratamiento de la disfunción eréctil psicológica que cumpla tres criterios. En primer lugar, que tengas toda la intimidad sexual posible. A continuación, quitarte la ansiedad, que muchas veces es la causa de la disfunción eréctil psicógena. Por último, darte apoyo con medicamentos que mejoran tu erección.
Un par de consejos muy útiles, especialmente para hombres con impotencia psicológica, es hablar con tu pareja sobre el problema (ella ya lo sabe, pero si lo hablaís os hará bien), y no querer correr demasiado.
Si tienes mala erección, algo que hará que tu función eréctil empeore es que intentes llegar antes a la eyaculación y orgasmo. Haciendo eso te estás añadiendo urgencia de tiempo, aumentando la ansiedad y empeorando tu erección.
Finalmente, algo que les ocurre a muchos hombres que tienen este tipo de problema sexual es que tienen buenas erecciones en situaciones inesperadas. Eso es así porque, en el cine, en un bar o en el Mercadona (no es broma, a un paciente mío le pasaba), no estás pendiente de si tendrás sexo o no, y eso hace que tu ansiedad «baje la guardia». Es también muy común que cuando chateas con tu pareja o hablas por teléfono, tengas mejor erección y no haya disfunción, y sin embargo sean imposibles las relaciones cuando ella llega a casa.
Si has llegado hasta aquí, te recomiendo que leas este post sobre tratamiento de la disfunción eréctil psicológica o, si estás decidido a mejorar, que tomes acción para recuperar la potencia y tu vida sexual.
Me llamo Eduardo García Cruz y soy urólogo y experto en sexualidad masculina, con más de 15 años de experiencia (disfunción eréctil, eyaculación precoz, testosterona, Peyronie, implante peneano y cirugía genital masculina…).
Ha ayudado a más de 25.000 hombres y ha realizado más de 2.000 cirugías.
Me he formado en el Departamento de urología del Hospital Clínic de Barcelona, uno de los mejores servicios de urología del mundo. He publicado más de 50 artículos en revistas médicas de prestigio y estoy Doctorado Suma Cum Laude por la Universitat de Barcelona.
Se me ha considerado uno de los mejores 50 médicos de España.
Actualmente, ofrezco consulta online y consulta presencial en Madrid y Barcelona, en dos clínicas TOP con la mejor tecnología para ayudar a mis pacientes a solucionar sus problemas en la esfera sexual masculina.
Eduardo García Cruz
Núm. Colegiado: 080835636
Me puedes encontrar en dos clínicas especializadas en urología y andrología, en Madrid y Barcelona.
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