ROC Clinic
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Problemas de erección por nervios. Tema nada fácil, porque es un poco lo del huevo y la gallina, pero te lo voy a explicar. Los «nervios» juegan un papel vital en la erección. Te voy a explicar cuatro situaciones que creo que engloban la mayor parte de situaciones que se dan en la que los nervios y la erección están relacionadas. La primera es cuando el problema aparece y no sabemos la causa. En el segundo, la causa es que el pene no funciona correctamente. La tercera es que, de entrada, ya sabemos que los nervios nos están afectando. Y en la cuarta, son los medicamentos los que parecen ser la causa del problema.
Además, te añado una lista vital. La lista de los 11 pensamientos, ideas, emociones o situaciones que pueden empeorar nuestra erección «por nervios». Lógicamente, cuando sabes qué ocurre es mucho más fácil solucionarlo.
Está más preocupado del placer de su pareja que del suyo y termina sin disfrutar demasiado.
Si estoy pensando en hacienda, o en el trabajo o en cualquier otra cosa que no sea sexo cuando estoy en la cama, mi pene me hará caso y no se levantará.
Es más. Si no tengo tiempo para que el deseo surja, siempre existirá algún problema más urgente que tener sexo y que irá demorándolo, hasta que llega a convertirse en una «obligación incómoda». Te dejo más información en este post sobre el efecto del stress y el exceso de trabajo sobre los problemas de erección.
Cuando mi pareja me gusta tanto y quiero quedar tan bien -en general con personas con mucha experiencia o mucha seguridad en sí mismas- que, en lugar de excitarme, me asusto por la presión.
Ocurre cuando durante una temporada hemos dejado de tener sexo con nuestra pareja por una enfermedad o cualquier otro problema. Eso nos distancia y produce que reprender la actividad sexual sea más difícil.
Es aquel hombre al que el paso del tiempo ha hecho que su pareja ya no le ponga. También ocurre en algunas situaciones cuando el sexo no tiene es divertido, como por ejemplo durante la reproducción asistida.
Algunos hombres tienen o creen tener poca experiencia o destreza en la cama. Ese pensamiento les dice que su pareja no va a querer tener más sexo con ellos por su mal desempeño.
Está más preocupado por cómo va a reaccionar su pene que por el sexo.
Es aquel hombre al que le cuesta expresar sus deseos y preferencias sexuales, y a veces tener cercanía e intimidad con otra persona. Esa «incomodidad» y esa «distancia» hacen que le cueste excitarse y tener erección.
TIene dudas sobre su orientación sexual y eso se manifiesta en su menor capacidad de excitarse sexualmente.
Tiene una educación sexual sesgada que hace que tenga falsas creencias sobre el sexo. La educación sexual represiva, el porno o los constructos sociales pueden hacernos ver que el sexo debería ser de una manera que no es con la que nosotros nos sentimos cómodos.
El consumo de porno deteriora nuestra capacidad de excitarnos y tener fantasías sexuales fuera de la pantalla, debido a la sobreactivación de algunas áreas dopaminérgicas del cerebro.
Hasta aquí la lista. ¿No te has identificado con ninguno de los puntos? Cita una reunión personalizada conmigo.
A partir de ahora te explicaré algunas situaciones comunes, cómo identificarlas y resolverlas.
Cuando consigues buena erección y la pierdes, eso es indicativo de problemas de erección funcionales. Es buena noticia, porque sabemos que esa situación se puede solucionar. Lo que está ocurriendo es que tu cuerpo funciona bien pero por algún motivo psicológico o emocional pierdes la erección, aunque muchas veces ese motivo no sea aparente de entrada.
Te pongo ejemplos que me cuentan los hombres en la consulta para que veas de qué te hablo.
El problema de esta situación es qué, aunque no existe ningún problema orgánico -del pene-, sí que puede producir problemas de erección duraderos y, como consecuencia de ello, problemas como ansiedad o depresión. Es decir, el problema empieza en los nervios, y se manifiesta en el pene. Eso refuerza el problema de los nervios, pudiendo convertirse en un círculo vicioso donde cada vez existe peor erección y mayor ansiedad.
Cuando la erección no funciona bien porque el pene no lleva suficiente sangre, aparecen problemas. En este caso el problema está en primer lugar en el pene, pero si se hace crónico puede hacer que exista nerviosismo respecto a la respuesta sexual y que aparezcan problemas de «nervios» secundariamente. Es decir, no estábamos preocupados al principio pero sí podríamos estarlo después de una temporada de problemas de erección.
En este caso sabemos que los problemas de erección son causados por nuestra situación emocional o psicológica. Tal vez incluso estemos diagnosticados y en tratamiento. Mi mejor consejo para esta situación es: haz caso a tu psicólogo o a tu psiquiatra. Cuanto mejor te sientas arriba, mejor te sentirás de abajo. A veces, sin embargo, se produce una paradoja: el problema de erección me impide mejorar mi estado mental, y mi estado mental me impide mejorar la erección.
Esta es una situación compleja que exige de mucha coordinación entre psicología-psiquiatría-urología para trazar un plan y tratar de mejorar ambas situaciones a la vez, cosa que no es siempre fácil. Desde mi humilde opinión, el más fácil tener una sexualidad sana encontrándonos bien y a gusto, que forzarnos a tener una sexualidad satisfactoria con fármacos pero estando deprimidos o ansiosos, por lo que creo que quien debe llevar la voz cantante en este caso es el experto en salud mental.
Muchos fármacos que usan los psiquiatras dan problemas de erección. También producen disminución del deseo sexual, y pueden ocasional alteraciones de la eyaculación. Algunos hombres en esta situación, igual que en el punto anterior, quieren mejorar su vida sexual, y exponen una alternativa intuitiva pero errónea: si las pastillas para los nervios me dan impotencia, ¿por qué no me quito las pastillas? Así estaré mejor del sexo y seguro que eso me hace mejorar el estado de ánimo.
Es intuitivo y, a mi juicio, arriesgado. Siempre que me encuentro en esta situación respondo lo mismo «habla con tu psiquiatra». Al final, zapatero a tus zapatos, y nadie te aconsejará mejor sobre cómo te vas a encontrar mejor y cómo hacer que tus emociones sean las correctas que quien es experto en eso, ¿no?. No aconsejo nunca quitar medicación porque el beneficio sobre el sexo de quitar pastillas no es ni cierto ni instantáneo, aunque posiblemente los efectos secundarios emocionales y psicológicos ocurrirán en breve.
Me llamo Eduardo García Cruz y soy urólogo y experto en sexualidad masculina, con más de 15 años de experiencia (disfunción eréctil, eyaculación precoz, testosterona, Peyronie, implante peneano y cirugía genital masculina…).
Ha ayudado a más de 25.000 hombres y ha realizado más de 2.000 cirugías.
Me he formado en el Departamento de urología del Hospital Clínic de Barcelona, uno de los mejores servicios de urología del mundo. He publicado más de 50 artículos en revistas médicas de prestigio y estoy Doctorado Suma Cum Laude por la Universitat de Barcelona.
Se me ha considerado uno de los mejores 50 médicos de España.
Actualmente, ofrezco consulta online y consulta presencial en Madrid y Barcelona, en dos clínicas TOP con la mejor tecnología para ayudar a mis pacientes a solucionar sus problemas en la esfera sexual masculina.
Eduardo García Cruz
Núm. Colegiado: 080835636
Me puedes encontrar en dos clínicas especializadas en urología y andrología, en Madrid y Barcelona.
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