ROC Clinic
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¿Qué causas existen del (bajo) deseo sexual masculino? Te voy a explicar qué puede interferir en tu deseo sexual y que estés teniendo menos deseo sexual, o qué circunstancias hacen que tu deseo pueda evaporarse como por arte de magia.
Te pondré ejemplos claros para que entiendas a qué me refiero.
Estás en la cama con la mujer de tu mejor amigo. O estás en la cama y te dicen que alguien muy cercano ha tenido que ir al hospital y está muy grave. En esa situación, tu sistema de creencias puede «chirriar» y decirte que lo que estás haciendo no está bien.
Tener sexo en público, para algunas personas, no es adecuado. No es un problema de que la pareja les atraiga o no, o de si tienen ganas o no. Sencillamente, no se sientes a gusto en esa situación.
Lo de objeto de deseo suena fatal, ¿no? Se refiere a tu pareja, no a que sea un objeto. A mí puede no atraerme esa persona a nivel sexual, y eso hará que mi deseo sexual no sea suficiente. Puede ser consecuencia del aspecto físico, de mi orientación sexual, de un montón de cosas… la cuestión es que la persona con la que estoy, por el motivo que sea, no me atrae sexualmente en ese momento.
Algunas personas son muy sexuales. Otras poco. No está ni mal ni bien. Opino que forma parte de cómo somos, de nuestra personalidad. En cualquier caso, tener un bajo nivel de deseo sexual de base, lógicamente, hará que mi deseo sexual en una circunstancia determinada sea más bajo. Eso puede producir que la erección, sencillamente, no tenga lugar.
¿Cómo voy a tener deseo sexual si no me quiero a mi mismo? Eso puede hacer que tenga falta de confianza, de seguridad, y como consecuencia, menos deseo.
Estoy teniendo sexo con la mujer de mis sueños. Bosteza y me dice… ¿falta mucho?
Obviamente es un ejemplo muy extremo, pero es para transmitirte que cómo percibimos el estado -real o imaginario- de nuestra pareja -sea hombre o mujer- , puede condicionar nuestro deseo.
El stress es la respuesta de nuestro cuerpo a una circunstancia físico o psicológica. Ser despedido, ser un soldado en zona de guerra, tener que tomar una decisión vital… son circunstancias que hacen que nuestro cuerpo reaccione: sudoración, taquicardia, aumento del cortisol… y vasoconstricción de la arteria peneana.
Las situaciones de stress crónico pueden hacer que tengamos más dificultades para conseguir una erección.
El deseo se produce cuanto mi atención está puesta en algo sexual, en algo sugerente para mí. Si yo estoy en la cama con mi mujer pero estoy mirando mi teléfono porque estoy esperando una llamada importante, o me estoy fijando en si mi erección es buena o mala, transfiero mi atención a dos elementos que, aunque estén en la habitación, no me generan excitación (teléfono o validar mi erección).
Es un ejemplo de lo anterior. Cuando me fijo en cómo estoy en lugar de fijarme en mi pareja, saco el foco de algo sexual para ponerlo en mi pene. Y estaremos de acuerdo en que fijarnos y evaluar nuestro pene no es la cosa más sexual y excitante del mundo, ¿no?
Llevas con problemas de erección, o de eyaculación precoz, una buena temporada. Hoy has quedado con tu pareja y sabes que puede ser que termines en la cama. Pero estás -perdonad mi francés- cagado de miedo. ¿Voy a estar a la altura? ¿Y si me pasa otra vez? Ese tipo de pensamientos parásitos desencadenan lo que se llama «profecía autocumplida».
Es como un futbolista que va a tirar un penalty y se repite que lo va a fallar.
«Lo voy a fallar. Voy a pifiarla. No lo meteré.»
¿Qué crees que ocurrirá? Pues que si crees que lo vas a fallar, lo vas a fallar.
Unos niveles bajos de testosterona pueden disminuir nuestro deseo sexual y empeorar nuestra respuesta eréctil.
Cuanto un hombre tiene ansiedad de ejecución… cuando está más preocupado por qué va a pasar que por pasarlo bien, eso influye en el deseo. Es así en todas las culturas. Hay literalmente decenas de estudios que demuestran que cuando algo va mal en el sexo, los hombres tenemos menos deseo sexual.
La segunda gran causa es el stress. Y es que para poder tener deseo sexual hace falta tener tiempo… estar tranquilo… no estar preocupado por 1000 cosas. Pero la verdad es que las preocupaciones de la vida cotidiana hacen que tu sistema nervioso simpático (del de estar nervioso) sea más activo, y por tanto nos baja el deseo sexual.
La buena noticia es que, en ambos casos, se puede curar. Y además, relativamente deprisa.
Hasta aquí lo que te quería contar sobre el deseo sexual masculino.
PS: aquí te dejo un link técnico.
PS2: déjame tus comentarios más abajo y dime si te encaja lo que te comento.
Me llamo Eduardo García Cruz y soy urólogo y experto en sexualidad masculina, con más de 15 años de experiencia (disfunción eréctil, eyaculación precoz, testosterona, Peyronie, implante peneano y cirugía genital masculina…).
Ha ayudado a más de 25.000 hombres y ha realizado más de 2.000 cirugías.
Me he formado en el Departamento de urología del Hospital Clínic de Barcelona, uno de los mejores servicios de urología del mundo. He publicado más de 50 artículos en revistas médicas de prestigio y estoy Doctorado Suma Cum Laude por la Universitat de Barcelona.
Se me ha considerado uno de los mejores 50 médicos de España.
Actualmente, ofrezco consulta online y consulta presencial en Madrid y Barcelona, en dos clínicas TOP con la mejor tecnología para ayudar a mis pacientes a solucionar sus problemas en la esfera sexual masculina.
Eduardo García Cruz
Núm. Colegiado: 080835636
Me puedes encontrar en dos clínicas especializadas en urología y andrología, en Madrid y Barcelona.
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