Hoy en día se sabe que existe una clara relación entre testosterona – agresividad – ansiedad. A simple vista son un conjunto de palabras pero combinadas pueden desencadenar acciones fatídicas. Desde hace tiempo sabemos que la testosterona va ligada a la agresividad y al comportamiento dominante (sobre todo en hombres), aunque como es lógico, cada individuo es único y existen factores independientes que configuran la personalidad de cada uno y no por ello todos seremos individuos impulsivos y agresivos.
Recientemente se ha publicado un estudio en el Adaptive Human Behavior and Physiology que demuestra que la testosterona se asocia con un comportamiento más agresivo durante las competiciones: en el primer experimento participaron 80 individuos de ambos sexos, donde se usaron encuestas, muestras de saliva, juegos competitivos y métodos de agresión reactiva para evaluar el rasgo de la ansiedad en sus personalidades, y su influencia en la relación entre testosterona y agresividad. Se pudo ver una correlación positiva entre un aumento de testosterona y un aumento del comportamiento agresivo. En el segundo experimento los resultados fueron en la misma línea: se evaluaron a 237 participantes de ambos sexos, por separado, asignándoles una condición para que ganaran o perdieran con cierta frecuencia. De nuevo, los investigadores detectaron una correlación positiva entre testosterona y agresividad en los hombres.
Así pues, y basándose en los resultados, los científicos opinan que existe una clara relación entre testosterona y agresividad, pero mucho más compleja de lo que se pensaba: La personalidad, y concretamente la ansiedad, podrían tener bastante que decir en el asunto. Si necesitas un urólogo, puedes contactar conmigo aquí.