¿Influyen las hormonas en cómo pensamos?

Desde hace años que se estudia cómo influyen las hormonas en el desarrollo de nuestro sistema nervioso central, es decir, en la formación de nuestras conexiones neuronales. Por ejemplo: ¿Por qué los hombres son más agresivos? Aún queda mucho por descubrir, sin embargo, en 1936 Pfeiffer realizó un estudio con animales de experimentación para explicar si estas diferencias entre ambos sexos podían ser causadas por los diferentes niveles hormonales entre estrógenos y testosterona.

Inicialmente se introdujeron testículos en hembras y ovarios en machos inmediatamente después del nacimiento. Alterando de esa manera la relación entre la secreción de hormonas entre el cerebro y los órganos reproductores. Posteriormente, con el descubrimiento de los estrógenos y la testosterona se remplazaron los injertos por inyecciones de hormonas. El hecho de administrar testosterona en altas dosis a las mujeres los primeros días de vida provocaban una esterilización completa ya que se impedía que la secreción de hormonas fuera cíclica (la menstruación es cíclica ya que se repite cada 28 días).  Pero no solo se alteraba la fecundidad, sino que se comprobó que las ratas hembras tratadas con testosterona inmediatamente después de nacer perdían por completo la conducta femenina (se vieron cambios en el rito del apareamiento, viendo como estas ratas hembras intentaban montar ellas a otras ratas e incluso imitaban los movimientos de la eyaculación).

De igual forma, las ratas machos que se había tratado en el momento de nacer con ciclos de estrógenos-progesterona (es el ciclo que genera que la menstruación se produzca cada 28 días) desarrollaban una conducta femenina; no se separaban de las crías, desarrollando una conducta agresiva contra posibles atacantes.  Estos experimentos se desarrollaron posteriormente con perros y monos demostrando resultados similares en las diferentes especies. Por lo tanto, con estos estudios se pudo demostrar que nuestro comportamiento o nuestra manera de pensar si lo extrapolamos al ser humano- está fuertemente relacionado con nuestras hormonas.  En las primeras edades de la vida, durante nuestro desarrollo, una influencia ejercida por las hormonas marca para siempre un tipo de conducta en nuestro cerebro, la cual regulará etapas posteriores en nuestra vida adulta.

Obviamente, nuestras hormonas no determinan quienes somos ni ejercen un rol de todo o nada, pero indudablemente nuestro perfil hormonal durante el desarrollo perfila y modula nuestro comportamiento y, en definitiva, quienes somos.