ROC Clinic
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Empiezas a tener síntomas de próstata y te han recetado pastillas.
Las pastillas te funcionan regular. Mejoras algo, sí. Pero tampoco para tirar cohetes. O directamente no estás ni siquiera mejor…
O tal vez sí estás mejor, pero te plateas si vas a tener que estar así toda la vida.
Tal vez las pastillas te dan efectos secundarios…
Estas son situaciones muy comunes, que veo en la consulta cada día.
Los problemas de próstata afectan a más de 1 de cada 2 hombres a partir de los 50 años (y aumentan hasta más de 4 de cada 5 a partir de los 80 años). Es decir, casi todo hombre presentará problemas de próstata a lo largo de su vida.
Afortunadamente, la gran mayoría de hombres no presentan grandes problemas, y los síntomas se pueden controlar con sencillas intervenciones cotidianas o usar medicación. Por otro lado, aproximadamente un 20% de hombres presentarán síntomas urinarios importantes, que sí van a afectar su calidad de vida.
Un primer paso pueden ser los fármacos, pero en los casos en los que éstos no funcionan, o si existen efectos secundarios (o si el hombre prefiere no tener que tomar medicación), se plantea la cirugía.
El fácil es si existe repercusión de los problemas de próstata que se aprecia en, por ejemplo, la ecografía. Cuando en la ecografía -que debe hacerse siempre en el estudio inicial del hombre con síntomas urinarios- existen alteraciones, hay que operar. ¿Cuáles son esas alteraciones?
1. Vaciar mal la vejiga (técnicamente se llama residuo postmiccional).
2. Vejiga de lucha (cuando la vejiga tiene que «hacer demasiada fuerza» para vaciar la orina.
3. Piedras en la vejiga.
4. Paso de orina desde la vejiga al riñón (técnicamente se llama ectasia o ureterohidronefrosis).
5. Infecciones de orina de repetición (eso no se ve en la eco, pero sí en los cultivos de orina).
Esas son las indicaciones «fáciles». No hay mucho que discutir… la vejiga está a punto de fallar y, u operamos, o tarde o temprano sucederá una retención de orina o una insuficiencia renal. Suena mal… y por eso la mayoría de hombres en esa situación aceptan que la cirugía, les guste o no, es la única opción.
Pero como te comentaba, esa no es la situación más común. La situación más común es cuando un hombre tiene síntomas importantes, que no han respondido del todo a los fármacos, y la eco sale bien. Ahí se plantea una duda tan importante como difícil de resolver: ¿me opero para mejorar o me quedo igual pero con unos síntomas que me molestan?
Después de más de 15 años ejerciendo la urología, esta es una situación muy común y que no tiene una respuesta sencilla. O tal vez sí.
En mi opinión, obligar a esos hombres a operarse es tan mala idea como no ofrecerles cirugía. En esta situación, cuando un hombre con síntomas urinario viene a consulta y está descontento con el tratamiento, la mejor alternativa es ofrecerle las distintas opciones de tratamiento para ver cuál encaja con la que él se siente a gusto.
Esta era una conversación muy dicotómica hasta hace un tiempo: o te operas o te fastidias. Operarse de próstata sigue ocupando un lugar tenebroso en la mente de muchos hombres, por los efectos secundarios, a veces reales y a veces no. Con la llegada de tratamientos mínimamente invasivos la cosa cambia: no se trata de fastidiarse o plantearse una cirugía más o menos agresiva. Existen toda una serie de tratamientos mínimamente invasivos que tenemos disponibles y que nos permien convertir esa elección en algo mucho más personalizado. Si quieres leer algo técnico sobre este tema, te dejo un link de mucha calidad aquí.
A continuciación enumero algunas preguntas a modo de ejemplo…
Del 1 al 10, ¿cuanto te molesta la manera cómo orinas?
¿Eres sexualmente activo?
¿Te preocupa la erección? ¿Y la eyaculación?
¿Quieres afrontar un quirófano y una estancia de un par de días en el hospital?
¿Quieres un tratamiento para toda la vida?
Seguro que me dejo alguna. Al final lo que busco es intentar perfilar quien es la persona que tiene el problema, qué quiere conseguir y qué no está dispuesto a perder. Con la aparición -estoy seguro de que en los próximos años aparecerán muchas más- de nuevas técnicas de cirugía mínimamente invasiva, es posible adaptar el tratamiento a las necesidad, expectativas y miedos de cada persona.
Por lo tanto, te tienes que operar si:
1. La eco muestra signos de fallo de la vejiga.
2. Si los síntomas son importantes y te afectan de manera notable en el día a día.
Me llamo Eduardo García Cruz y soy urólogo y experto en sexualidad masculina, con más de 15 años de experiencia (disfunción eréctil, eyaculación precoz, testosterona, Peyronie, implante peneano y cirugía genital masculina…).
Ha ayudado a más de 25.000 hombres y ha realizado más de 2.000 cirugías.
Me he formado en el Departamento de urología del Hospital Clínic de Barcelona, uno de los mejores servicios de urología del mundo. He publicado más de 50 artículos en revistas médicas de prestigio y estoy Doctorado Suma Cum Laude por la Universitat de Barcelona.
Se me ha considerado uno de los mejores 50 médicos de España.
Actualmente, ofrezco consulta online y consulta presencial en Madrid y Barcelona, en dos clínicas TOP con la mejor tecnología para ayudar a mis pacientes a solucionar sus problemas en la esfera sexual masculina.
Eduardo García Cruz
Núm. Colegiado: 080835636
Me puedes encontrar en dos clínicas especializadas en urología y andrología, en Madrid y Barcelona.
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