28 de septiembre, 2020
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¿Cuál es el futuro -no tan lejano- de la cirugía de próstata? ¿Qué opciones tendremos a 5 años vista -o menos- en el tratamiento para la hiperplasia de próstata?
En primer lugar, centremos el problema. La hiperplasia de próstata fecta a 4 de cada 10 hombres (si, si, un 40%) de más de 40 años. Obivamente, no todos esos hombres tienen el mismo nivel de molestia. Desafortundamente, un porcentaje elevado de hombres necesitarán tratamientos, como los fármacos vía oral o, el algunos casos, cirugía.
Durante la última década hemos asistido a la irrupción, sobretodo, de la tecnología LASER. Los LASERs (tulio, verde, rojo, diodo, holmio y seguro que me estoy dejando alguno más…) permite, básicamente, realizar la misma cirugía que realizaban nuestros maestros hace 40 años, pero con menor agresión quirúrgica (menos dolor, ingreso más corto, cirugía sin incición). Desafotunadamente, el LASER suele ser un procedimiento nada sencillo, nada barato y, en general, con un alto porcentaje de problemas en la esfera sexual. El más común, alteraciones de la eyaculación, que afecta aproximadamente al 90% de hombres tras el procedimiento, y un porcentaje del 2% de incontinencia (tal vez te parezca que un 2% de incontinencia no es mucho -y no lo es- pero piensa que 1 de cada 50 cirugías de hiperplasia de próstata necesitarán pañales el resto de su vida).
Como los problemas de próstata son tan comunes, junto con la dificultad técnica y los efectos secundarios, especialmente los sexuales, se han desarrollado alternativas de cirugías en dos direcciones: disminuir la agresión quirúrgica y los efectos secundarios, por un lado; y estandarizar el procedimiento para evitar la variabilidad de resultados entre cirujano. A continuación expongo una serie -existen muchos más- de los tratamientos que considero más interesantes en el futuro cercano de la hiperplasia de próstata. Obviamente los LASERs tiene muchísimo que ofrecer, pero en mi opinión estas nuevas alteranativas irán ganando terreno.
Urolift: urolift es un tratamiento establecido y que se incluye en las prestigiosas guías NICE británicas. Básicamente consiste en una especie de grapas que abren el conducto de la orina. Se realiza con sedación y no necesita ingreso. No presenta problemas de erección, incontinencia o alteraciones de la eyaculación. Requiere de un cierto entrenamiento para poder realizar el procedimiento con garantías.
iTind: es un tratamiento que consiste en un stent -un dilatador- del conducto de la orina, que se introduce en el conducto urinario bajo sedación y que «amplía» el flujo de orina. El stent se retira al cabo de una semana. No presenta incontinencia, disfunción eréctil ni alteraciones de la eyaculación. Es un procedimiento relativamente sencillo de colocar, por lo que el margen de error es muy pequeño.
Rezum: es un procedimiento en el que se inyecta vapor de agua en la próstata, también bajo sedación. Igual que lo anteriores no genera problemas de incontinencia ni alteraciones en la esfera sexual, y que se realiza de manera ambulatoria. Es un tratamiento que necesita de un cierto training, y es imprescindible colocar una sonda vesical durante unos días, hasta que la próstata se desinflama.
Aquabeam o aquablation: se trata de un robot que permite tratar próstata de casi cualquier tamaño en muy poco tiempo. Un vez que el cirujano delimita la zona de próstata a tratar mediante ecografía, el robot dispara un chorro de agua a presión que vaporiza el tejido de próstata, generando una gran desobstrucción. Se trata de un procedimiento muy eficaz y sin impacto en esfera sexual, pero que requiere de un ingreso de aproximadamente 48h.
En mi opinión, el tratamiento de la hiperplasia de próstata va a pivotar mucho más sobre las preferencias de cada hombre… ¿Quiero un procedimiento más agresivo? ¿Estoy dispuesto a tener una probabilidad pequeña de incontinencia? ¿Cómo es mi vida sexual? y junto a ello habrá que integrar las características de los síntomas urinarios (urgencia, síntomas de vaciado, de llenado) y de la anatomía de la próstata (tamaño, número de lóbulos, presencia de litiasis). En definitiva, el futuro (muy cercano) nos permitirá adaptar el tratamiento a las necesidades de cada hombre, a sus espectativas, a las características de su próstata y de los riesgo que cada persona esté dispuesta a asumir. Pienso que estamos entrando en la era de la personalización en el tratamiento quirúrgico de la hiperplasia de próstata. Si tienes alguna duda o crees que puedes necesitar cirugía de próstata, consulta con nosotros: tenemos amplia experiencia en cirugía de próstata y podemos ayudarte -con una consulta o una teleconsulta– a diseñar contigo cuál es la mejor alternativa de tratamiento para tí.
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