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“¿Fractura peneana? Espera. ¿Cómo es eso posible? ¡Si el pene no tiene huesos!” Pues resulta que esa propiedad no lo exime de romperse, si bien la solución no pasa por una escayola. Un punto importante es que puede relacionarse con el desarrollo del Peyronie.
A continuación te contamos el cómo y porqué de dicho traumatismo, así como las soluciones y consecuencias del mismo. Repasemos un poco de anatomía del pene. Está compuesto por dos cuerpos cavernosos y un cuerpo esponjoso.
Los primeros son los responsables de la erección y están formados por un entramado de vasos sanguíneos capaces de responder a los estímulos. Cuando se hinchan provocan la rigidez peneana. Por otro lado, el cuerpo esponjoso es el que contiene la uretra y acaba formando el glande al final del pene. Los cavernosos están recubiertos por una capa que los contiene: la capa albugínea (aquí tenemos a la culpable final de la fractura de pene).
El pene en erección tiene una flexibilidad limitada y ponerla a prueba a veces puede generar malas pasadas. En algunas posiciones sexuales la entrada del pene en la vagina o el recto puede ser dificultosa o no seguir la dirección concreta que estos tienen. Cuando así pasa, se corre el riesgo de que el pene se flexione por encima de sus posibilidades y la albugínea se rasgue, se provoque una fractura (y aquí se oye un chasquido). Como puedes imaginar, toda la sangre contenida en el cuerpo cavernoso empieza a drenarse a través de la albugínea y la erección se pierde rápidamente.
Lo siguiente es que el pene se convierta poco a poco en algo parecido a una berenjena. Y es que el hematoma involucra a todo el pene, aumentando su tamaño a la par que lo tiñe de un color morado. Esto suele ser motivo de llamada desde el servicio de urgencias al busca de urología a las 4 de la mañana. La solución inmediata para la «fractura de pene», a cualquier hora, no solo a las 4 de la mañana, es la cirugía: se denuda el pene y se drena todo el hematoma subcutáneo. Se busca el punto donde la albugínea ha cedido, dónde se ha producido la «fractura peneana«, y se sutura de nuevo.
En algunos casos, la cicatriz que ocupa el lugar que antes tenía el tejido eréctil puede provocar principalmente dos complicaciones: una curvatura adquirida o cierto grado de disfunción eréctil (tenemos otros posts sobre ambos temas).
Otra causa posible es el choque del pene con el perineo del / de la receptor/a tras una salida accidental durante la penetración. Como podréis imaginar estos casos son más frecuentes cuando con el sexo se mezclan alcohol o drogas. Pero sea como sea, si te pasa lo descrito con anterioridad, corre al servicio de urgencias porque, si en urología hay pocas urgencias impactantes, ¡esta es una de ellas sin duda!
La fractura de pene se relaciona con tres entidades. Como te decía antes, la fractura de pene se relaciona con la enfermedad de Peyronie. Parece que el Peyronie es la sobrecicatrización de causa genética, que ocurre en algunos hombres tras un traumatismo. No hace falta que el traumatismo sea muy severo -de hecho algunos hombres nunca han sentido rotura- y también sabemos que la mayoría de fracturas de pene no desarrollan Peyronie. Hace un tiempo publiqué un artículo sobre este tema, que puedes ver aquí.
En segundo lugar, en función del grado de lesión, podemos tener disfunción eréctil. Especialmente en casos de fracturas masivas, es común que existan problemas de erección. Parece que el retraso en el tratamiento puede condicionar un peor pronóstico en cuanto a la erección.
La tercera de las posibles consecuencias es la estenosis de uretra. Cuando la fractura de pene afecta al conducto de la orina, es común que éste cierre estrechándose. Y eso es un problema grave.
Mi consejo, ir a urgencias. Te harán una eco y verán qué grado de lesión existe. Si es que existe, porque la mayoría de hombres que creen tener una fractura de pene no tienen en realidad nada roto dentro. Sé que suena raro pero es así.
En función de lo que te encuentren verás que necesitarás más o menos tratamiento.
Al alta, mi consejo es que te busques un buen urólogo especializado en este tema para hacer el seguimiento y detectar lo antes posible si existen complicaciones.
Me llamo Eduardo García Cruz y soy urólogo y experto en sexualidad masculina, con más de 15 años de experiencia (disfunción eréctil, eyaculación precoz, testosterona, Peyronie, implante peneano y cirugía genital masculina…).
Ha ayudado a más de 25.000 hombres y ha realizado más de 2.000 cirugías.
Me he formado en el Departamento de urología del Hospital Clínic de Barcelona, uno de los mejores servicios de urología del mundo. He publicado más de 50 artículos en revistas médicas de prestigio y estoy Doctorado Suma Cum Laude por la Universitat de Barcelona.
Se me ha considerado uno de los mejores 50 médicos de España.
Actualmente, ofrezco consulta online y consulta presencial en Madrid y Barcelona, en dos clínicas TOP con la mejor tecnología para ayudar a mis pacientes a solucionar sus problemas en la esfera sexual masculina.
Eduardo García Cruz
Núm. Colegiado: 080835636
Me puedes encontrar en dos clínicas especializadas en urología y andrología, en Madrid y Barcelona.
912 627 104 P.º del Gral. Martínez Campos, 17, 28010 Madrid
932 123 743 Via Augusta, 281, 4ª PLANTA, 08017 Barcelona
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