ROC Clinic
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La circuncisión es una técnica sencilla pero a veces puede quedar mal cicatrizada. En otro post te he explicado el postoperatorio de la fimosis, pero aquí te contaré específicamente lo que puede hacer que la circuncisión queda mal. En otro post te he explicado el flotador post circuncisión.
Muy brevemente. La circuncisión es el término ritual de la cirugía que se llama postectomía. Se usa para tratar la fimosis, cuando el prepucio no deja descubrir el glande. Lo que hacemos es cortar esa piel y suturarla justo debajo del surco balanoprepucial.
Es probablemente una de las cirugías más antiguas de la historia que se ha realizado por motivos religiosos, médicos y/o culturales. A pesar de las controversias por sus indicaciones, en Estados Unidos es la cirugía que se realiza con mayor frecuencia.
La tasa de complicaciones de la cirugía es en torno a 2-5 de cada 1000 casos. Siendo la mayoría de ellas mínimas y tratables, sin tener consecuencias a largo plazo. Las complicaciones más frecuentes son el sangrado postoperatorio o hematoma y la infección de la herida quirúrgica.
No hay magia. En mi opinión la mejor alternativa es una sutura en varios planos no muy apretada para que la parte cosmética sea óptima, además de un buen vendaje. Siempre recomiendo mantener el vendaje 48h para tratar de evitar el edema en la línea de sutura.
Además, también creo que los antiinflamatorios son de utilidad para disminuir dolor e hinchazón. Lo que no tiene sentido, a pesar de que es intuitivo, es al antibiótico. Como verás más tarde, la infección puede ser causa de que la cicatrización sea mala. Sin embargo, sabemos a ciencia cierta que usar antibióticos en esta cirugía no ayuda. De hecho, es contraproducente. Porque vamos a seleccionar cepas de bacterias resistentes, por lo que no hay que usar antibióticos profilácticos.
La fimosis puede quedar mal, en mi experiencia, por varios motivos. Te dejo un link a un artículo técnico que habla de eso.
En primer lugar, por una infección. Cuando existe infección postoperatoria, el tejido va a cerrar mal, en primer lugar, porque tenderá a abrirse la herida. Es importante no cerrar una herida que se ha abierto por sí misma por infección. Lo que sucederá se llama cicatrización por segunda intención, y como resultado tendremos una herida más grande y más fea, de bordes irregulares con una parte central más fibrosa, de una textura diferente.
También puede ser como consecuencia de una técnica quirúrgica imperfecta. Por ejemplo, si hacemos una sutura continua y ésta salta, perderemos la tensión en toda la herida. Si eso ocurre los primeros días de la cirugía, es fácil que se abra toda la herida. Si eso pasa, igual que te comentaba antes, deberemos dejar que le herida cierre por segunda intención.
Eso ocurre cuando apretamos demasiado los puntos, de manera que los dos labios de la herida se montan. Eso puede producir un cierto efecto flotador, como te comentaba más arriba. De la misma manera, puede dar una sensación de dientes de sierra. Sin ser nada terrible, no creo que consigamos el mejor efecto estético, y por eso siempre insisto en usar suturas continuas de hilos muy finos reforzadas por puntos sueltos no demasiado apretados, precisamente para que el resultado estético sea óptimo.
Ya sé que es una lata, pero mi consejo es que, si la cicatrización ha terminado y el aspecto es malo, te vuelvas a operar.
No existe ninguna garantía de que volver a operarte de la fimosis te mejore, pero desde luego tienes la garantía de que si no lo haces no mejorarás.
En mi opinión, cuando tengo una circuncisión mal cicatrizada, la mejor alternativa es dejar pasar algo de tiempo y posteriormente volver a plantear cirugía. Recomiendo seguir los principios que mencionaba antes: sutura con poca tensión, en varios planos, acompañados de vendaje compresivos y antiinflamatorios.
A muchos hombres no les gusta esta respuesta, pero honestamente creo que la única salida a este tema es 1. aguantarse o 2. operarse. Me parece muy poco probable que una cicatriz anormal mejor sensiblemente con el tiempo, por lo que mi consejo suele ser siempre cirugía.
Me llamo Eduardo García Cruz y soy urólogo y experto en sexualidad masculina, con más de 15 años de experiencia (disfunción eréctil, eyaculación precoz, testosterona, Peyronie, implante peneano y cirugía genital masculina…).
Ha ayudado a más de 25.000 hombres y ha realizado más de 2.000 cirugías.
Me he formado en el Departamento de urología del Hospital Clínic de Barcelona, uno de los mejores servicios de urología del mundo. He publicado más de 50 artículos en revistas médicas de prestigio y estoy Doctorado Suma Cum Laude por la Universitat de Barcelona.
Se me ha considerado uno de los mejores 50 médicos de España.
Actualmente, ofrezco consulta online y consulta presencial en Madrid y Barcelona, en dos clínicas TOP con la mejor tecnología para ayudar a mis pacientes a solucionar sus problemas en la esfera sexual masculina.
Eduardo García Cruz
Núm. Colegiado: 080835636
Me puedes encontrar en dos clínicas especializadas en urología y andrología, en Madrid y Barcelona.
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