ROC Clinic
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La vejiga hiperactiva (overactive bladder en inglés) es precisamente eso: una vejiga más activa de lo normal que se caracteriza por un síntoma: urgencia (también llamado antes imperiosidad miccional). La vejiga hiperactiva suele asociar aumento de la frecuencia miccional y la nocturia, dolor o ardor al orinar, disminución de la capacidad vesical, y un largo etcétera. A veces, la hiperactividad asocia incontinencia, además. Sin embargo, lo que la define es la urgencia.
Afecta tanto a hombres como a mujeres, y su frecuencia aumenta con la edad. En los EE.UU el síndrome de la vejiga hiperactiva se considera una patología relevante y está clasificada en el top 10 de las enfermedades crónicas comunes, compitiendo con la diabetes y la depresión, y con una prevalencia de hasta el 31-42% en la población adulta, un dato nada despreciable.
La vejiga hiperactiva es una entidad que puede estar asociada al dolor de la vejiga (síndrome de dolor pélvico crónico, en el marco de la cistitis intersticial y la fibromialgia). Por qué aparece no se sabe a ciencia cierta, y se barajan muchas hipótesis.
La vejiga hiperactiva por la noche es una importante fuente de caídas y fracturas de cadera, especialmente en personas mayores. Por eso no hay que despreciar el potencial destructivo de algo que podríamos estar tentados de calificar como un síntoma molesto. Lo de la hiperactividad nocturna tal vez sea un poco alarmante, pero es así. Cada semana veo personas con hiperactividad que les cambia la vida. Personas que pueden verse amenazadas gravemente en algunas circunstancias normales por la necesidad imperiosa de orinar. Imagina conducir a 120km(h y orinarte encima… o estar en lo alto de una escalera con un taladro encendido y que tu vejiga te ordene orinar inmediatamente.
No se sabe. Tradicionalmente se pensaba que la hiperactividad del músculo de la vejiga era la causa (hiperactividad del detrusor), aunque posteriormente hemos sabido que muchos pacientes con vejiga hiperactiva no tienen alteraciones en la urodinamia. Eso nos ha llevado hacia la teoría de que algo se produce en la vejiga, por encima del músculo, que dispara esa sensación de urgencia. También parece que la uretra puede tener un papel en la aparición de síntomas.
Muchos factores se han implicado en la aparición de la vejiga hiperactiva, como por ejemplo:
Es muy común que personas sin hiperactividad empeoren la micción al tener episodios de ansiedad y nervios. Lógicamente, ese empeoramiento es aún más marcado cuando existe vejiga hiperactiva, que podría favorecer la susceptibilidad de la vía neurogénica y empeorar los síntomas.
Igual que lo que te comentaba anteriormente, sabemos que las personas con más síntomas urinarios empeoran los síntomas digestivos (diarrea y estreñimiento), y que las personas con más síntomas digestivos orinan peor. Parece existir, por tanto, una relación bilateral, que se acentúa en personas que tienen estreñimiento o síndrome de intestino irritable, empeorando la clínica miccional.
Parece que la inflamación local y las alteraciones del sistema nervioso autónomo pueden tener un papel en la vejiga hiperactiva. Además, recientemente se ha propuesto la hipótesis de que algunas bacterias podrían estar relacionadas con la aparición de este cuadro clínico. Algunos estudios han descubierto que una inflamación de bajo grado podría aumentar la excitación nerviosa sensorial dando como resultado los síntomas de la vejiga hiperactiva. Dicho estudio encontró que en estos pacientes en los que la inflamación era leve, se asociaba a bacterias que viven dentro de la pared de la vejiga.
Yo soy urólogo, así que te puedes imaginar mi respuesta. Sin embargo, creo que la vejiga hiperactiva la podemos tratar tanto urólogos como ginecólogos expertos en suelo pélvico. Opino también que un profesional de la salud empático, sobre todo si tiene formación en urología, es tu mejor opción.
El diagnóstico es clínico. La persona que refiere urgencia, imperiosidad o sensación inaplazable de orinar, tienen vejiga hiperactiva. Lo que tendemos que hacer es tratar de encontrar si existe alguna causa tratable del cuadro. La mayor parte de pruebas que se usan son:
Como has visto, las causas y los síntomas de la vejiga hiperactiva son variadas e impredecibles. Por tanto, el tratamiento tendrá que ser también muy adaptable en función de la respuesta de cada persona a cada ensayo de tratamiento. Hay diferentes alternativas que parecen buenas ideas a la hora de mejorar los síntomas:
Como te he comentado en muchas otras partes del blog, algunos alimentos empeoran la clínica miccional. Esta es una lista de cosas que deberías evitar si tienes vejiga hiperactiva, aunque no siempre todos estos alimentos afecta a todas las personas por igual:
También es un tema muy manido, pero la rehab parece funcionar muy bien. En la vejiga hiperactiva debería permitir disminuir la intensidad de la urgencia, posiblemente el dolor, y también la posibilidad de incontinencia. Te he explicado en otros posts del blog cómo realizar maniobra de Kegel (verás que el post habla sobre el kegel para la sexualidad, pero en esencia es lo mismo).
En esa misma línea, no me parece ninguna tontería usar bolas chinas para fortalecer la musculatura del suelo pélvico.
Hasta hace poco el tratamiento oral de estos pacientes se basaba en anticolinérgicos, unos fármacos que inhiben las contracciones de la vejiga para evitar estos síntomas (buscapina, tolterodina, oxibutinina, etc). No obstante, no son muy selectivos, provocando efectos secundarios allá donde la acetilcolina también actúa en el resto cuerpo. Son típicos la sequedad bucal, el estreñimiento, e incluso en persona mayores puede desencadenar o empeorar el deterioro cognitivo.
Por ello, se han buscado otros tratamientos que puedan mimetizar los efectos de los anticolinérgicos sin que aparezcan dichos efectos indeseables, causantes del abandono de las pastillas. Mirabegron es un fármaco que no inhibe las contracciones vesicales durante la fase miccional sino que lo que hace es facilitar el llenado vesical para que no se produzcan micciones con volúmenes escasos. Al ser un fármaco adrenérgico (no colinérgico) se evitan todos los efectos secundarios mencionado previamente, con un perfil de efectividad equivalente.
La única contraindicación formal de este fármaco es la hipertensión no controlada (por poder empeorarla).
Justamente, un estudio llevado a cabo en Sheffield (Inglaterra) ha demostrado que los pacientes que utilizan mirabegron suelen permanecer en dicho tratamiento durante más tiempo antes de dejarlo (169 días de media en relación a 56 días con tolterodina). Las probabilidades de abandonar el tratamiento son de hasta 2.5 veces mayores con los anticolinérgicos que con mirabegron.
Por tanto, mirabegron parece una buena alternativa para el tratamiento de la vejiga hiperactiva, ofreciendo un mejor perfil de efectos secundarios y una mayor probabilidad de permanencia y adherencia.
La toxina botulínica (botox) es una neurotoxina producida por una especie de bacteria llamada Clostriduim que produce el botulismo en los casos de intoxicación (conservas caseras, típicamente). El efecto de la neurotoxina es paralizar la musculatura y por ello se ha utilizado un producto refinado de la misma para el tratamiento de las arrugas faciales. Disminuyendo el tono muscular, los surcos de la piel se relajan y desaparecen las arrugas (y algunas veces, incluso en caso extremo, llegando a afectar la expresión facial).
En la vejiga hiperactiva, la función de la toxina botulínica o BOTOX es paralizar la musculatura vesical para que no se contraiga durante la fase de llenado y no se produzca esa sensación de urgencia miccional. Está indicada su utilización cuando los escalones de tratamientos previos no han sido efectivos (anticolinérgicos o beta-3-adrenérgicos.
Su punción se realiza mediante cistoscopia flexible bajo anestesia local y sus efectos pueden durar unos 6 meses. Ahora se ha realizado un estudio que evalúa el efecto de este fármaco sobre la sintomatología de tracto urinario inferior asociada a la hiperplasia prostática, una vez la terapia oral no es suficiente. Para ello se han realizado punciones de toxina botulínica en la glándula prostática. Se han comparado los estudios pre y post-punción (cuestionarios sobre síntomas y calidad de vida, flujometrías, ecografías para medir el residuo urinario posmiccional, etc).
Se ha observado que los pacientes que recibieron este fármaco (con dosis de entre 200 y 300 UI) presentaron una mejora a partir del mes de los parámetros descritos (disminución de más del 50% de la puntuación del cuestionario de síntomas y el de calidad de vida, reducción de más del 80% del volumen de orina que queda en la vejiga después de la micción y mejoría en un 68% del flujo registrado). Estos resultados no se acompañaron de efectos secundarios importantes.
Me llamo Eduardo García Cruz y soy urólogo y experto en sexualidad masculina, con más de 15 años de experiencia (disfunción eréctil, eyaculación precoz, testosterona, Peyronie, implante peneano y cirugía genital masculina…).
Ha ayudado a más de 25.000 hombres y ha realizado más de 2.000 cirugías.
Me he formado en el Departamento de urología del Hospital Clínic de Barcelona, uno de los mejores servicios de urología del mundo. He publicado más de 50 artículos en revistas médicas de prestigio y estoy Doctorado Suma Cum Laude por la Universitat de Barcelona.
Se me ha considerado uno de los mejores 50 médicos de España.
Actualmente, ofrezco consulta online y consulta presencial en Madrid y Barcelona, en dos clínicas TOP con la mejor tecnología para ayudar a mis pacientes a solucionar sus problemas en la esfera sexual masculina.
Eduardo García Cruz
Núm. Colegiado: 080835636
Me puedes encontrar en dos clínicas especializadas en urología y andrología, en Madrid y Barcelona.
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