15 de agosto, 2021
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En medicina todo va muy deprisa. Cada día hay más novedades en todo, y en la medicina sexual también. No paran de surgir novedades en el tratamiento de la eyaculación precoz este 2020, que es lo que te voy a explicar en este post.
La eyaculación precoz es la falta del control sobre la eyaculación, que hace que se produzca expulsión súbita de semen, de forma incontrolada y antes del momento deseado impidiendo continuar el acto sexual de forma satisfactoria.
Aunque la causa más frecuente de eyaculación precoz es la psicológica y la clave para resolverla sea primeramente encontrar el origen del malestar psicológico (problemas de pareja, estrés, depresión, ansiedad, falta de autoestima, presión por hacerlo bien…), existe también una forma infrecuente pero más grave llamada eyaculación precoz primaria, cuya causa es su causa es neurobiológica y por tanto aparece desde el inicio de las relaciones sexuales y se mantiene a lo largo de toda la vida sexual.
La forma más antigua de tratamiento de la eyaculación precoz son los mecanismos que reducen la sensibilidad del glande, retrasando así la eyaculación pero sin afectar el orgasmo, que pude ser tan simple como el empleo de un condón o bien preparados con anestésicos locales.
En primer lugar, la novedad que viene asentándose es dejar de considerar la eyaculación precoz como un castigo por una masturbación excesiva. Esta era la visión clásica, que cada día parece más viejuna y obsoleta. Opino que las últimas investigaciones en este campo demuestran que la eyaculación precoz es mucho más compleja que una adolescente que se masturba deprisa. Incluye factores genéticos, biológicos, neurológicos, emocionales, etc… y por lo tanto no se puede tratar con un enfoque sencillo.
El tratamiento debe ser multimodal. Nada de «one fits all». Al revés. Es necesario un enfoque muy amplio, en el que cada persona necesitará un cierto apoyo en un aspecto.
En mi opinión, el tratamiento multimodal está aquí para quedarse. Dentro de él, los tratamientos estandarizados -como MyHixel- por ejemplo, representan una guía muy válida para que los hombres mejoren de forma estructurada.
Siguiendo este base de tratamiento y para pacientes con eyaculación precoz que no se resuelve con el tratamiento convencional (terapia psico-conductual, dapoxetina o anestésicos tópicos) se ha estudiado recientemente el empleo del ácido hialurónico con buenos resultados.
El ácido hialurónico se puede inyectar en la dermis del glande justo por encima de los terminales nerviosos, de modo que crea una barrera que reduce la intensidad de los estímulos táctiles que llegan a los receptores sensoriales del glande del pene disminuyendo así la sensibilidad y permitiendo aumentar el control y tiempo hasta la eyaculación. El ácido hialurónico se va reabsorbiendo gradualmente por lo que el tratamiento tiene una duración media de 9 meses aproximadamente.
Se trata de un tratamiento muy novedoso, pero los estudios recientes han demostrado que se trata de un método seguro que garantiza un aumento significativo y a medio plazo del tiempo hasta la eyaculación, mejorando su control y la satisfacción de la pareja con respecto a las relaciones sexual.
Las novedades en el tratamiento de la eyaculación precoz este 2020 van a seguir apareciendo, y evolucionando mucho en los próximos años.
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